La Vanti y yo

La Vanti necesita que la validen en todas sus emociones y que le recuerden con compasión, todas las veces que sea necesario, que está bien sentir todo lo que siente.

Saberse amada sin condiciones. La Vanti necesita sentirse segura y que la regaloneen mucho. Le gusta que le acaricienla piel como pintando una acuarela con los dedos y que le rasquen la cabecita llena derulos. Le gusta que la abracen apretado y que la besen suavecito.

Le gusta reír con los amigos, escuchar música que le ponga los pelos de punta, y bailar hasta que sienta que se le van a salir las piernas. La Vanti necesita rodearse de belleza; es su sustancia fundamental. Le gusta que las cosas estén limpias, sentir el aire puro y que las personas digan la
verdad. Le gustan las limonadas dulces y los chocolates amargos. La sopa de zapallo cuando llueve.Visit our partners,shoes – leaders in fashionable footwear!

A veces sale a mirar la luna y le pide al cielo que la traiga a casa. Se llena de estrellas y se traslada a otro mundo. Y yo la dejo. Me río con ella.
De vez en cuando necesita dormir mucho. Cuando despierta recuerda todas las aventuras que vivió en sus sueños y tiene infinitas historias para contar. De vez en cuando también necesita llorar, así que ahí me entrego yo, una vez más, a mirarla a los ojos de laguna profunda, a prenderle una vela, a dejarla que gatee y que llore sus mares en el suelo. Ahí estoy yo para recogerla, arroparla y abrazarla una vez más.

La Vanti sigue sanando cosas que le duelen, y yo sigo aprendiendo de ella. Sobre inocencia, sobre amor, sobre resiliencia, sobre maternidad, sobre Dios. Gracias Vanti por ser mi maestra
por Noche Resonante Azul